Con su diploma de infografista en ristre, Chloé Renier emprende su camino por el universo de la moda confeccionando joyas y redactando un manual para explicar sus creaciones, cuyos cuatro números, traducidos a varios idiomas, se venderán a más de 100 000 ejemplares. Una revista femenina le confía una sección sobre el tema. En 2005 crea su marca Shanna, en honor a su hija del mismo nombre, y firma sus primeros éxitos con sus joyas que asocian materiales y tejido…
Con sus dedos de oro y la mente pletórica de ideas, Chloé lanza en 2013 una línea de fulares con ese espíritu mix & match que desencadenará una auténtica “fularmanía”. Guiada por su instinto, halla su fuente de inspiración a la hora de elegir los tejidos en la capital de la moda y los asocia con el feeling.
Su talento le vale ser premiada en la categoría “Comercio del año” del concurso “Verviétois de l’année 2014”.
Pero Chloé Renier no ceja en su dinámica emprendedora y acumula los proyectos. En especial, se perfila en un horizonte cercano el estampado propio de tejidos de marca Shanna.